El miércoles 11 de mayo, Yordy Guillermo Rodríguez, un adolescente de 13 años, fue asesinado por una bala perdida mientras iba a comprar pan en un colmado en la calle La Milagrosa de Los Guandules, en Santo Domingo, República Dominicana.

Rodríguez fue alcanzado por una bala en el abdomen durante un enfrentamiento entre bandas y murió mientras recibía atención médica en el Hospital Francisco Moscoso Puello.

Sus familiares tuvieron que esperar hasta la tarde del viernes para realizar el velatorio, debido a las pruebas forenses que se estaban realizando.

Durante el velatorio, su tía, Rafaela Paredes, pidió justicia para su sobrino, describiéndolo como un adolescente tranquilo y estudioso que soñaba con sacar a su abuela del barrio.

El ataúd de Rodríguez estaba lleno de firmas de sus compañeros de clase en su honor. Fue sepultado en el cementerio Cristo Redentor al cuarto día, mientras los presentes en la sepultura comenzaban a sonar y arrancar los motores de las motocicletas, mientras el ataúd era introducido en el nicho.

El llanto de Rafaela Paredes también se hacía escuchar entre los presentes, mientras unidades de la Policía Nacional se mantuvieron presentes en los alrededores del nicho.

Por redaccion

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