La tensión entre Rusia y Ucrania ha aumentado después de que el Kremlin acusara a Ucrania de intentar asesinar al presidente ruso, Vladímir Putin, en un supuesto ataque con drones perpetrado contra el Kremlin la noche anterior. Moscú ha amenazado con medidas de represalia, mientras que Kiev se ha desmarcado de lo sucedido y ha advertido de que Moscú está preparando un «ataque terrorista a gran escala».
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha negado las acusaciones del Kremlin y ha afirmado que Ucrania no tiene «suficientes armas» para atacar Moscú e intentar asesinar a Putin en su lugar de trabajo. Zelenski ha afirmado en una rueda de prensa en Helsinki que «nosotros no atacamos a Putin ni a Moscú, solo luchamos en nuestro territorio, defendemos nuestros pueblos y ciudades».
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medédev, ha llamado a «eliminar físicamente» a Zelenski en su canal de Telegram, tras el ataque con drones. La tensión entre Rusia y Ucrania continúa aumentando en medio de acusaciones cruzadas y amenazas de represalias.