Dubái, Emiratos Árabes Unidos | Agencia AP
Israel ejecutó este viernes un devastador ataque aéreo contra el corazón de la estructura nuclear y militar de Irán, marcando una escalada sin precedentes que podría detonar una guerra abierta en Medio Oriente. La ofensiva, que incluyó aviones de combate y drones infiltrados previamente en territorio iraní, fue calificada por el primer ministro Benjamin Netanyahu como “una operación preventiva”.
Más de 200 aeronaves israelíes participaron en el bombardeo contra al menos 100 objetivos clave, incluyendo la planta de enriquecimiento nuclear en Natanz, donde se observaron columnas de humo tras los impactos. Israel también destruyó sistemas de defensa aérea, lanzadores de misiles y otras infraestructuras estratégicas.
La operación eliminó a figuras de alto rango del aparato militar iraní, entre ellas tres poderosos generales: Mohammad Bagheri, jefe de las Fuerzas Armadas; Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria; y Amir Ali Hajizadeh, responsable del programa de misiles balísticos. Irán confirmó las muertes y denunció el ataque como una agresión directa a su soberanía.
En respuesta, Irán lanzó más de 100 drones hacia territorio israelí, que fueron interceptados antes de entrar en el espacio aéreo, según fuentes militares en Tel Aviv. El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, prometió un “castigo severo” y solicitó una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La acción israelí fue precedida por advertencias diplomáticas a la administración de Donald Trump, quien recientemente regresó a la presidencia de EE.UU. Washington se ha distanciado del ataque, asegurando que no participó y advirtiendo contra represalias que afecten sus intereses.
Netanyahu defendió la operación como un acto de “autodefensa nacional”, mientras que Jamenei acusó a Israel de atacar incluso zonas residenciales. En Israel, el ataque generó apoyo interno, incluso desde sectores de oposición, aunque el temor a una represalia masiva ha vaciado las calles y supermercados se llenaron de ciudadanos buscando provisiones.
La comunidad internacional, incluidos países de la región, ha condenado el ataque y pedido una desescalada urgente para evitar una guerra de gran escala.
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