Cali, Colombia. — Una ola de violencia golpeó este martes el suroeste de Colombia, donde se registraron siete atentados con explosivos, incluidos cuatro coche bomba, dejando al menos una persona fallecida, informaron las autoridades policiales.
Los ataques ocurrieron en distintos puntos del departamento del Valle del Cauca, una región que ha sido escenario de múltiples acciones violentas en los últimos meses. Además de la víctima mortal, se reportan daños materiales significativos en infraestructuras públicas y vehículos, así como consternación en las comunidades afectadas.
Según informes preliminares, los atentados son atribuidos a disidencias de las extintas FARC, que continúan operando en la zona y enfrentan al gobierno colombiano en una escalada de violencia que ha recrudecido en 2025. Cali, como capital regional, ha sido uno de los focos principales de esta tensión.
“Estamos frente a un nuevo patrón de agresión sistemática que busca sembrar terror y afectar la estabilidad de la región”, declaró un vocero de la Policía Nacional, que mantiene operativos de seguridad en conjunto con las Fuerzas Armadas para contener nuevas amenazas.
Las autoridades han pedido a la población extremar precauciones y reportar cualquier actividad sospechosa, mientras se trabaja en la identificación de los responsables y en reforzar la presencia militar en los municipios más golpeados por los ataques.
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